invierno estación de la hormiga / reflujo del fárrago / justicia pendular / penitencia de los cantares / temporada de siembra / de futuros trombones / con paciencia de sabio topo / o estertor de chicharra famélica / asomarse al balcón de la muerte / acodarse en la frágil frontera / y descubrir un oro que nadie / imaginó en las orgías solares / un esplendor de hielo y zafiro / que también puede cantarse y ser pan / o callarse y esperar / y ser el no que pronuncia la tierra / en su exhalación de lo cenizo y roto / en su postración de siesta celeste / en su invocación del profundo latir / en su abrir camino para el fuego que viene / con justicia / a tiempo / porque no sabe nacer / quien no ha sabido morir primero.
Composición gráfica Nº4
El futuro del arte
Mantra de trincheras ardiendo
[CONCÉNTRICAS BATALLAS] hombre hombre rodeado hombre rodeado por flechas con sed de sangre sin venas hombre rodeado por flechas sin otro centro adonde disparar hombre rodeado hombre hombre hombre apurado hombre apurado por ver la arena que escapa como un horizonte hombre apurado de heridas pasadas que escapan a todo escapar hombre perdido nombre nombre nombre sin dueño nombre sin dueño que en barro amanezca y despierte de la eternidad nombre nocturno esperando el tren solitario que zarpa hacia el tiempo nombre desnudo hombre hambre hambre desgarra hambre desgarra al hombre rodeado con dueño sin nombre hambre desgarra su pulso y lo obliga a enfrentarse a las flechas hambre impaciente ¡dame! flechas flechas oscuras flechas que saben de sobra llegar a los fondos más intestinos flechas que esperan el tren de una orden que las arroje del tiempo flechas sin nombre fechas siempre siempre lo mismo siempre la misma mirada altanera de quien se sabe rodeado de noche siempre los mismos debates en torno al vacío y a un pie de saltar siempre el destino siempre salta el hombre salta pese a que todas las flechas tenazas le apuntan con ojo asesino pese a que no tiene idea de qué otros embrujos aguardan detrás el hombre salta salta fuego fuego sagrado fuego sagrado es el hombre en el momento en que toca las flechas fuego sagrado es la sangre que brota de los puñetazos que lanza fuego librado libro hombre hombre luchando hombre luchando y rompiendo las apuestas todas que van en su contra hombre luchando y quebrando las flechas oscuras de su conciencia hombre encontrando nombre hombre hombre despierto hombre alboreado de mundo que ya se quitó los fantasmas de encima hombre embriagado de triunfo que tiene más hambre que antes y jamás hambre despierta ¡dame! todo todo se repite todo se repite y ahora las flechas son plomo y el hombre es conciencia el círculo aguarda tendido y el hombre ya sabe que puede ganarle sabe que puede puede mirá miralo al hombre miralo al hombre avanzar otra vez contra todas las flechas de acero miralo al hombre encarando con puño cerrado las fieras de lata dale una mano dale
POEMA FONÉTICO Nº5 | “Beatbox”
Holorrima I
El Micro-Antropoceno
Ya lo dijo Paul Crutzen, vivimos en el Antropoceno una nueva era de extinciones masivas sabemos que cada día se extingue una especie que en cada nueva guerra por la libertad de mercado los EEUU pulverizan alguna ciudad milenaria y que los otros fundamentalistas detonan reliquias y los saqueadores de tumbas y hasta ciertos agricultores arrasan los rastros de pirámides como en Caral pero lo que no dijo es que estamos en la era de las microextinciones porque cada día, en cada rincón de la Tierra, muere un amor y con él se extingue un microcosmos cerrado y absoluto con su lenguaje lleno de códigos secretos con sus palabras inventadas para describir sensaciones y cifrar caricias con su dialecto de gestos que hasta ayer evolucionaban en espiral para reinventar o refundar la palabra raíz, el fonema vital cada día se clausura una carrera triunfante hacia la telepatía y se borra con arena y fuego un mapa del tesoro se dinamita la puerta de una ruta al centro del universo se apaga en íntimos cielos una constelación crucial que guiaba odiseas hacia el puerto prometido e incluso se desvanecen tupidos continentes con oro y diamantes vírgenes, aún líquidos en océanos magmáticos así, como se perforan cada día las montañas en busca de litio así como los fondos abisales ven llegar hoy las excavadoras que demolerán la última frontera del Antropoceno así como se derriten los glaciares polo a polo sin remedio se extinguen cultivos de esperanza, sin terapia que valga se perforan proyectos de patria sin bandera se olvidan himnos, se cancelan actos conmemorativos se enrollan cintas de inauguración sin cortar y se arrojan a un contáiner junto a las sillas de plástico y los discursos y hay desalojos violentos y maremotos hay algo que se llama viento cósmico y es como una escoba apabullante que no deja piedra sobre piedra de la ciudad que nos vio nacer y no deja tela sobre tela en la cama que nos vio morir ni sílaba sobre sílaba del lenguaje que fuimos. El Micro-Antropoceno es más voraz que las noticias del mundo porque cada día se extinguen universos a la velocidad del desdén del desengaño, del desasosiego, del des a la x del des-tino. Pero hay también quienes dicen que el cosmos es un toroide y que lo que se va por un agujero negro sale por otro lado brotando como nuevas flores de universos vecinos así como el tiempo brota de una fuente inaccesible. Entonces soñemos que con los ladrillos de ese mundo que perdimos alguien levanta su casa en otra parte porque en el Micro-Antropoceno nace también cada día un lenguaje secreto una forma de mirarse para decir vamos, para decir ¿te gusta? y cada día empieza a dibujarse un mapa hacia el centro y aventuremos que cada día se llega. El Bolsón, 16/10/21
Poesía Fonética Electrónica | Estudio II
529 años de Nuevo Mundo
Hace 529 años nació el mundo en que vivimos se ataron definitivamente los continentes con un lazo de oro y sangre que empezaría a apretarlo más y más hasta esta sensación de asfixia del mundo contemporáneo. Hace 529 años cruzó el Atlántico un visionario con el afán de salvar a su ínfima nación recién recuperada del encierro en una esquina del mundo. Intentaba fundar una ruta alternativa para comerciar con el Centro es decir China, India, esas naciones que no tuvieron ninguna Edad Media y que inventaron casi todo y ese visionario se topó con la otra esquina del mundo con el extremo oriente del Extremo Oriente el gigantesco continente que fue cuna de antiguas naciones plenas de conocimiento la tierra de los Olmecas, de los Incas, de la gran Caral además de otros pueblos que elegían no erguir piedra sobre piedra para, al irse, dejar la tierra tal como la encontraron. Y este visionario, que vino buscando sal, encontró oro y sangre y se coronó mercenario, esclavista y violador serial inaugurando la mayor masacre de todos los tiempos un festival de sadismo como los nazis no alcanzaron a soñar una censura de fuego igual a cien Bibliotecas de Alejandría una demolición de templos y laboratorios al estilo Hiroshima para levantar con sus mismas piedras los templos del dios europeo que en dos siglos de cosecha convirtió a su esquina en centro del mundo y con nuestros metales y frutas alimentó a las generaciones de filósofos que refundaron la Humanidad a su imagen y semejanza. No les fue fácil la conquista. Hubo tenaz resistencia, y luego rebeliones motines, boicots, revoluciones. Pudieron haberlos liquidado de entrada. Pero los europeos tenían un arma letal. Insuperable. No era la pólvora. Era la mentira. Con el filo de su lengua abrieron las aguas hacia los tronos ancestrales. Los nativos apenas conocían el lenguaje de la Tierra, de lo que es y azorados vieron desmembrarse el orden cósmico y social a manos de estos barbudos emisarios de la cruz asimétrica de lo que no es que vinieron por todo, y encima se quedaron. La Tierra empezó a girar para el otro lado. Se hicieron carne las profecías más aciagas y cinco siglos después aquí estamos, nietos de los nietos de aquellos sobrevivientes y también de aquellos genocidas. Inextricablemente mestizados. No es algo nuevo. También somos nietos mestizos de los Neanderthal y de los Cro-Magnon que se los comieron. Tenemos sangre asesina y sangre derramada. Revoluta y represora. Tenemos un pie en cada canoa, pero el río del tiempo es uno solo y si no elegimos qué pie levantamos, en cuál bote nos afirmamos se nos abrirá el tajo hasta el tallo o el viento nos echará al agua sin pena ni gloria. Podemos no hacer nada con esto. Podemos hacer todo. El Bolsón, Patagonia. 12/10/21
Amar (definición de)
amar dicha en forma de mano / con las palmas abiertas hacia arriba / en señal de que todo está dicho / pero también por hacerse / en señal de que no hay puerta / casi ni siquiera puente / porque todo es puente hacia más allá / y más allá siempre es al lado / cuando la dicha en forma de risa / reverbera boca arriba / con la generosidad de los soles / para con los grillos del patio / cuando la dicha sortea el campo minado / la lotería de avatares / y entrega la carta que dice pasá / el nudo infalible de los continentes / la llave maestra / y lo que abre.