MÚSICA

Nací cuando el casete era una novedad coleccionable, pero cuando tuve el tamaño suficiente para apretar botones las cosas ya se empezaban a escuchar en discos compactos de sonido deslumbrante. Y para cuando llegué a la edad o a las ganas o a la necesidad de editar mi propia música, ya tenía muchos más álbumes guardados en carpetas de mp3 que en las montañas de sobres y cajitas donde aún hoy conviven clásicos pirateados con originales de artistas locales.

Así que mi música anda desparramada en soportes y plataformas acaso tan diversos como los géneros y estilos que voy abordando. El botón de abajo es la puerta a mi intento de reunir esas volátiles nubes en una sola pantalla.