Los diez mandaciertos

nacer a un cuerpo
identificarse con el cuerpo
anhelar lo que está fuera
identificarse con lo que está fuera
tener y perder
mirar el cuerpo desde fuera
perdonar al cuerpo
amar al cuerpo
dejar el cuerpo

Publicado en La apuesta del sol (Halley Ediciones, 2019)

Primavera (definición de)

primavera avenida entre dos estaciones / fundamentales de la tierra / (el no y el sí / el lento y el presto / el muerte y lo todo) / avenida que crece y explota / como un mediodía en la ciruela / y se esparce como la sal en vientos / que parecen trompetas de madera / en su forma de decir aquí venimos / somos la risa del ser que entiende / la sensualidad del pétalo / la danza del gen / la temporada de lluvia / la libación de las semillas / el ensayo de la orquesta / la gran salutación / somos lo que hay, lo que habita / y las cosas se harán a nuestro modo ahora / córrase aquel río / levántese aquel otro / túrnense las aves sus lagos y hemisferios / yérganse los tallos / alcen ya las copas / que se está acercando el brindis cenital.

Poesía (definiciones de)

poesía 1 pan de los espíritus en flor.

poesía 2 néctar de su instante.

poesía 3 miel de los días.

poesía 4 botella al mar de la noche.

poesía 5 flauta del viento emplumado.

poesía bastón para sostener planetas.

Publicado en Diccionario Sinfónico.

Arte (definición de)

Universo del concepto / y ahí dentro, viceversa / camino y herramienta / para cavar, tallar, forjar / y procurarse el alimento / y dícese del alimento / que no se toca / de los soles artificiales / de la nupcia entre materia y su reverso / de las escaleras hacia el más allá / de subirlas o bajarlas / de forjarlas / de cuidarlas / de la cantera insondable / de pernoctar en ella / de acampar / de perderse en su desierto y no volver / de enviar señales de humo / de redactar testamentos en lajas de arena / de perder el sueño / para que él te encuentre despierto / de galopar / con la flecha en el horizonte / y las riendas en mandala / de la danza espiral del ser y el tiempo / cuya ínfima repercusión es el humo / de un cigarrillo en un cuarto / a oscuras y silencio / del cielo entretejido / de la aguja paciente / de la oruga que trepa / del volcán que ruge / y cambia las reglas / de un golpe de puño / sobre la mesa donde los dados / ríen / tiemblan / suceden.

Las vidas que tocan

Me tocó nacer cuando éramos gigantes
(aunque no lo sabíamos)
y no movíamos una piedra de lugar
y si por nosotros era
	no movíamos ni el aire.
	
Después me tocó nacer cuando movíamos piedras sin tocarlas
y las cortábamos con el pensamiento
	no era lo que pensás cuando digo pensamiento
	era una forma de vibración
	que de algún modo se escuchaba así que también podés decir
	que las movíamos con música
me tocó nacer cuando hablábamos en música silenciosa
sin mover el aire ni la boca
pero sí los cuerpos para mover la llave
de la puerta entre los mundos.

También me tocó nacer cuando había que moverse para hacer todo
y hablábamos en código
	una especie de pictografía sonora
	la danza germinal de los alfabetos
cuando absorbidos por el magnetismo de la materia
echamos raíz en los sentidos
era el tiempo de tocar
el tiempo de hablarle al mundo con tus propias manos
un tiempo de antenas de corto alcance
	no es lo que pensás cuando digo antenas
y espadas de rango largo
–en el fondo, seguíamos prefiriendo las lanzas
	reminiscencias vagas del viejo tocar de lejos.

A lo último nací cuando la materia se nos despertó encima
de tanto hundirnos hacia ella y cuando de tanto tocar
construimos la forma de hacerla pensar y tocar por nosotros
para tener más tiempo de tocar más cosas
y seguir corriendo en laberintos cifrados
era el tiempo en que telekinesis se decía tecnokinesis
	pero igual no se decía
y la única telepatía admitida era la de un algoritmo
de una manera más o menos tácita era ilegal tocar con el pensamiento
aunque lo hacíamos desde niños
y a veces hasta la tumba
el único requisito era no mentir
si mentías arruinabas la antena
costaba cada vez más escuchar y transmitir
entonces te pasabas de lleno al alfabeto
para que dijera por vos eso que no puede decirse por otros medios
y al tiempo ya te costaba creer que esa antena siquiera exista
	las antenas no nacen, se hacen –y cosas así.

Sinceramente no puedo decir con cuál tiempo me quedo.
No diré que antes vivíamos mejor
tampoco se vive mejor ahora.
Cada vez que me tocó vivir había aspectos evolucionarios y conservadores
en alguna clase de equilibrio
aunque no es lo que pensás cuando digo equilibrio
es un castillo geométrico desmoronándose en cámara lenta
célula por célula hacia dentro y hacia tras
hasta que el mismo castillo aparece por delante y lo releva
de lo que resulta una iridiscencia de cristal o de cuerpo fluido
	por eso, no es lo que imaginás.

En fin,
recuerdo que cada vez que me tocó nacer me tocó aprender algo
pero me llevaba la vida entera recordar qué
y ahí veía si lo había aprendido
y si estaba listo para olvidar otra cosa
y volver a caminar en círculos
y dar vuelta laberintos
hasta inventarla.
El Bolsón, 25-8-21

Historia de la conspiranoia

Dicen que somos ratas de laboratorio
que con nosotrxs están experimentando
nuevas formas de control social
con algoritmos, con vacunas, con redes sociales...

En cualquier caso el experimento habría empezado mucho antes
con la industria cultural, con los televisores y las radios
y aún antes, con la prensa escrita, con los rumores de boca en boca;
dicen que todo el asunto de las nacionalidades es un experimento
para hacer que los de acá se maten contra los de allá
y así los de abajo protegen los negocios de los de arriba
y otros dicen que empezó mucho antes, con las religiones,
otro experimento para someter pueblos a una voluntad intangible
sólo accesible a unos selectos portavoces
y que hasta, en el fondo, desde que somos tribu
quienes detentan el poder experimentan con nosotros para dominarnos mejor...

Quienes van más lejos, miran arriba
y desempolvando códices y jeroglíficos
dan pruebas de que seres alienígenas han pasado por aquí
y sembrado códigos genéticos en nuestra sangre
haciéndonos ratas de un laboratorio cósmico
	según algunas fuentes, con propósitos oscuros
	según otras, buscando un ser superior, tramando evolución
y a fin de cuentas, para la mayoría, somos el experimento de un solo dios
es decir, de Dios, somos su experimento en tiempo real
y para la minoría atea o materialista, somos un más o menos aleatorio
experimento de las leyes físicas, del átomo y la energía
en el laboratorio de la genética, y éste
en el laboratorio del agua, y éste
en el laboratorio de la Tierra, y ésta
en el misteriso laboratorio del Universo.

Muchos libros y películas nos han dejado cara a cara con este misterio
y las noticias de todos los días reelaboran versiones ad infinitum
y por más que no podemos dar una respuesta unánime
la conclusión ineludible es que estamos siendo parte
de un gigantesco experimento
por donde lo mires, somos ratas de laboratorio, o conejos, monos, humanes
y la pregunta que quizás valga más la pena hacerse
cada día al despertarnos, cada noche al ir a dormir,
es:
¿qué tal va el experimento?
¿cuál quiero que sea el resultado?

¿y qué puedo hacer para que resulte?

Pequeños giros poéticos

Hace tiempo empecé a escuchar por ahí
la frase “es bien”
y la verdad que me encanta
decir que tal cosa es bien
es una especie de giro poético
que no puede existir en lenguas como el inglés o francés
donde ser y estar se dicen con la misma palabra.

En realidad es más corriente el giro opuesto:
decir que tal cosa “está buena”
cuando lo que queremos decir es que es buena
(se suele usar también con personas pero
creo que en esos casos no opera el giro).

Imaginate si reemplazáramos por completo
el verbo estar por el ser
y en vez de preguntar cómo estás
preguntamos cómo sos
¿cómo sos vos?, ¿sos bien?

¿Sos bien?